No es necesario viajar al futuro en una máquina del tiempo para saber que estamos cerca de arrepentirnos de cada gota de agua que hemos desperdiciado, y la verdad es que solo nos damos cuenta que el futuro se nos adelantó cuando escuchamos que alrededor de 884 millones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso al agua potable. Según la ONU para el 2050 al menos una de cada 4 personas probablemente viva en un país afectado por escasez crónica y es una realidad que alrededor de 5.000 niños mueren diariamente por enfermedades causadas por el agua y saneamiento.

 

Esta realidad no es ajena a Colombia. Un país bañado por ríos y mares que corresponde al sexto lugar en el mundo con más agua, pero una cosa es la abundancia y otra la calidad, porque, aunque el agua es mucha, no llega en iguales condiciones de sanidad a todos sus pobladores.

 

Sí, el futuro es ahora, y el agua no puede esperar a que tomes consciencia mañana. El verdadero cambio está más allá de las palabras, el verdadero cambio está en la cotidianidad, en enseñar con el ejemplo.

 

Estamos a tiempo de revertir estas cifras, somos una generación de cambios, y uno de los más importantes debe ser el uso adecuado de los recursos. Recordemos que del otro lado de nuestro mundo existen realidades que no dan espera.

 

Fuentes:

https://www.un.org
https://www.elespectador.com

“Todavía falta mucho” es el pretexto más común cuando no queremos pensar en el futuro, un futuro que se adelanto unos años, que ya estamos viviendo y no necesita palabras sino acciones para cambiarlo